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Georges Simenon, por Bernard Alavoine
El nacimiento de Marie-Jo, el 23 de febrero de 1953, es un momento de felicidad para este hombre que siempre ha soñado con tener una hija, a pesar de producirse en un periodo en el que el ambiente familiar se deteriora progresivamente. A los dos años, Simenon decide, en una cabezonada, regresar definitivamente a Europa. En la primavera de 1955, Simenon desembarca en Francia, aunque no se plantea establecerse en París ya que la capital ha perdido, a sus ojos, todos sus encantos. Es en el sur-este de Francia, en Mougins, y más tarde en las inmediaciones de Cannes donde termina por deshacer sus maletas. El lugar es agradable, el clima ideal, pero no está dispuesto a instalarse mucho tiempo; en la villa Golden Gate escribe, sin embargo, algunas novelas duras como En cas de malheur o Le fils , y dos Maigret.
En esta casa de ensueño, todo debería ir sobre ruedas. Pero no es el caso, los primeros trastornos psicológicos de Denyse y los problemas de alcoholismo de la pareja empiezan a ser evidentes. El novelista utiliza la bebida como estimulante y en cuanto a Denyse, parece que lo hace por acompañar a su marido. El caso es que Simenon se muestra, en ocasiones, muy violento, aunque pueda evitar la bebida durante periodos relativamente largos. Además, Denyse le ayuda a satisfacer su apetito sexual trayéndole chicas. Aunque la interesada desmienta más tarde está práctica, Fenton Bresler, encontró al médico y amigo de la familia que confirmó las palabras de Simenon ( Bresler, p. 263).
A finales de la primavera de 1957, después de pasar dos años en Francia, el novelista busca un nuevo refugio. ¡Será en Suiza, un país tranquilo, pero también un paraíso fiscal! Recorriendo el cantón de Vaud al volante de su Mercedes descapotable, descubre el castillo de Echandens a una veintena de kilómetros de Lausana. La situación de esta finca le parece ideal, además, se trata de un cantón francófono: firma inmediatamente un contrato de arrendamiento renovable, por seis años. En este castillo del siglo XVI, escribe tanto “novelas duras” como Maigrets, éstos últimos se venden dos o tres veces mejor que su producción "literaria".
Los años que pasa en Echandens no son particularmente felices, a pesar del nacimiento de Pierre el 26 de mayo de 1959, su tercer hijo con Dense. En efecto, los achaques de salud son cada vez más frecuentes (síndrome de Ménière, neuralgias, insomnios...), y sus relaciones conyugales cada vez más agitadas. En 1960, en un momento en que empieza a deprimirse siente la necesidad de volver al género autobiográfico escribiendo Cuando yo era viejo, una especie de diario íntimo, que será publicado diez años más tarde gracias a la insistencia del crítico Bernard de Fallois. En el campo cinematográfico se suceden las adaptaciones: Claude Lara dirige En cas de malheur con una extraña pareja de actores Gabin-Bardot y Jean Delannoy dirige El asunto Saint-Fiacre con el mismo Jean Gabin que seguirá siendo un Maigret muy creíble. Ese mismo año, 1960, Simenon es nombrado presidente del jurado del Festival de Cannes lo que demuestra hasta que punto es cortejado por los medios de comunicación.
Es, también, la época en que la medicina en general y las obras psiquiátricas en particular apasionan a Simenon. Desde siempre, ha tenido amigos médicos, y en su obra éstos últimos abundan. Hasta en el serie Maigret, nos encontramos muy a menudo con el doctor Pardon, amigo personal del comisario. Pero, sin duda, son sus propios achaques y sobre todo las crisis, cada vez más frecuentes, de Denyse las que propician esta relación cada vez más fluida con el cuerpo médico...
Una vez más, y como para dar a entender que hay que hacer borrón y cuenta nueva, Simenon decide mudarse de casa. El castillo del siglo XVI ha perdido su encanto, aunque no la región. Por primera vez en su vida va a hacerse una casa, dará todas las ordenes necesarias para construir lo que se convertirá en un símbolo de la desmesura de Simenon a los ojos de los periodistas del mundo entero. El chalet está situado en Epalinges, no lejos de Lausana, con vistas al lago Léman. El emplazamiento es agradable, aunque la construcción se revela poco elegante cuando emerge de la tierra a finales de 1963. El número de habitaciones impresiona a los visitantes –periodistas en su mayor parte-, aunque es sobre todo el quirófano el que hará correr ríos de tinta: ¡éste no es mas que una simple enfermería con una camilla de masaje, pero una vez más la leyenda ha vencido a la realidad!
El traslado a la nueva casa no resuelve, con todo, ningún problema de fondo. Los ingresos de Denyse en la clínica psiquiátrica con cada vez más frecuentes y Simenon intenta, en ese momento, alejarla de sus hijos. Aquélla que reinó durante años sobre la empresa Simenon es sustituida por simples secretarias. En 1964, abandona definitivamente Epalinges, para ir alternando sus periodos en clínica con estancias en zonas turísticas de Francia. En esta época, otra mujer entra discretamente en la vida del escritor: al servicio de la familia Simenon desde diciembre de 1961 como doncella, Teresa es italiana y se convertirá en la última compañera del novelista. Durante todos estos años en Epalinges, recibirá también la visita de su madre de 85 años: la relación entre estos dos temperamentos fuertes es siempre difícil, incluso sin la presencia de Denyse. Irá a verla a Lieja en abril de 1969, y en diciembre de 1970 cuando agoniza en el hospital de Bavière, el mismo donde Simenon fue monaguillo siendo niño. Cuatro años más tarde, publicará Carta a mi madre, un libro testimonio inclasificable en el que intenta entender lo que fueron esas relaciones madre-hijo a lo largo de toda su vida.
