Georges Simenon, por Bernard Alavoine

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Los años americanos serán de una cierta felicidad para el escritor. La secretaria ocupará un lugar cada vez más importante en la vida profesional y sentimental del escritor. Entre tanto Simenon, que no puede parar quieto, se instala en Nouveau-Brunswick, y después emprende un viaje por Estados Unidos. Denyse forma, naturalmente, parte del convoy (¡necesitará dos vehículos para transportar a la esposa aún legítima, a su secretaria, a Marc y... a su institutriz!). Después de errar por el país, Simenon cree que puede establecerse en Arizona, ese país que ama por su luz, su clima y su estilo de vida. A pesar del atractivo de Tucson o del pequeño pueblo de Tumacacori, cerca de la frontera mexicana, no llega realmente a integrarse en este decorado tan distingo del de su Bélgica natal... Su producción literaria es importante, escribirá grandes novelas, algunas de las ellas de inspiración americana. No descuida la literatura que le da de comer, y con Maigret se enfada o Maigret en New York relanza las aventuras del famoso comisario, ¡qué había jubilado demasiado prematuramente!

A principios de 1949, mientras que Tigy ha sido definitivamente descartada, aunque vive cerca de Simenon con objeto de ocuparse de Marc, Denyse se queda embarazada. El futuro padre está encantado, pero las leyes americanas impregnadas de puritanismo son poco tolerantes, sobre todo con los extranjeros. La decisión se toma rápidamente, aunque Tigy no acepte el divorcio más que después de muchas reticencias. El 21 de junio de 1950 la sentencia de divorcio es pronunciada en Reno, estado de Nevada, ciudad conocida por sus rápidos procedimientos y al día siguiente el mismo juez casa a Simenon y a Denyse. Algunos meses antes, el 29 de septiembre de 1949, nacía en Tucson (Arizona) John Simenon, segundo hijo de Georges.

Para marcar esta nueva etapa, el novelista decide cambiar de casa, una vez más. Un poco por casualidad, termina en una región de fuerte contraste con el sur: la Nueva Inglaterra conocida por sus lagos y sus bosques y que le recuerda la vieja Europa. Lakeville, pequeña ciudad del estado de Connecticut, seduce inmediatamente a este hombre siempre a la búsqueda de seguridad. La casa ideal, tan a menudo codiciada, la encuentra muy rapidamente en "Shadow Rock Farm" que compra inmediatamente. Al borde del lago, y en el lindero del bosque el lugar no carece de encanto, tanto más cuando se revela cómodo y práctico. Simenon se instala, por lo tanto, en Lakeville con el Denyse y su hijo John, sin olvidar a la imprescindible Boule que a terminado por reunirse con la pareja, o más bien con el trío. En efecto Tigy, que se ocupa de Marc, vive en una casita del pueblo cercado: esto forma parte de las exigencias del divorcio. Ella se adapta mal a esa forma de vida, según un testimonio recogido por Fenton Bresler: “No, esos años en Lakeville no fueron para mí los de un tiempo feliz".

La felicidad de Simenon, real en el momento de instalarse en Connecticut, es con todo efímera ya que Denyse pretende ocuparse de todo: reina en la cocina, dirige la secretaría, se convierte en el representante de novelista. La empresa Simenon funciona a pleno rendimiento. Las novelas salen a un ritmo impresionante, son inmediatamente publicadas por Presses de la Cité, y después traducidas en todo el mundo gracias a contratos regularmente actualizados. Tampoco olvida el cine que le aporta unas rentas adicionales nada desdeñables.

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